Esta Semana Santa mis Svetis me acompañaron hasta Doha, una pequeña ciudad situada en el sur de Arabia Saudita y bañada en las aguas del golfo Pérsico. Un viaje a Oriente de lo más emocionante, donde la tradición y lo moderno conviven pacíficamente.
Un lugar muy especial con escenas arquitectónicas impactantes en cada esquina y en la que puedes pasar horas paseando (¡si es que puedes aguantar el calor!).
Os comparto mis rincones favoritos y las Svetis que vinieron conmigo.
Souk Waqif y Mary Jane Red Stripes
Uno de los sitios con más vida de Doha. Un mercado de calles estrechas, fachadas de adobe y aromas de especias, incienso y cuero. Las tiendas de tela, artesanía y perfumes y sus amables dueños te llaman a entrar y a descubrir su encanto. Un paseo de tarde para evitar el calor del mediodía con luces doradas y muchas paradas.
Museo de Arte Islámico y Mary Jane Cream
Para conocer bien una ciudad, es muy importante conocer su historia y cultura. Eso mismo fue lo que pude descubrir en el Museo de Arte Islámico. Un edificio impactante inspirado en la arquitectura árabe y diseñado por I.M Pei, alzado sobre la Corniche con unas vistas espectaculares al Golfo Arábigo y el skyline de la ciudad. En su interior hay 14 siglos de arte islámico, desde manuscritos hasta textiles y cerámicas. Una experiencia cultural muy bonita, además de enriquecedora.
Hotel The Ned y Double Lace Pompei Green
Un café con leche en The Ned y una mañana en su lujosa piscina. Un hotel situado en un edificio histórico, el antiguo Ministerio de Interior, con unas vistas increíbles al horizonte de Doha. Un lugar ideal donde pude disfrutar de un desayuno tranquilo, rodeada de esa arquitectura contemporánea que caracteriza la ciudad y de muy buena compañía.